Vas a trabajar cada día y te juegas la vida. Al menos eso es lo que se desprende de los datos que justifican la campaña informativa y de prevención del cáncer laboral puesta en marcha por CCOO, bajo el lema “Cáncer Cero en el Trabajo”.
Pese a las normativas internacionales y nacionales para evitar el uso de sustancias cancerígenas en el trabajo, los datos revelan que cerca de 10.000 personas mueren cada año en España por un cáncer de origen laboral. Uno de cada cuatro trabajadores, el 25 por ciento, ha estado expuesto en los últimos años a agentes cancerígenos.
Parecen muchos, pero si tomamos en cuenta la cantidad de personas que trabajan en la industria del aluminio, el cuero y calzado, el mueble, químicas, imprentas, limpieza, construcción, o gestión de residuos, el dato no es tan inverosímil. Además, de los 375 agentes cancerígenos reconocidos por la Agencia Internacional del Cáncer, 173 están presentes en el trabajo. El más conocido y dañino es el amianto que causa y causará aún millones de muertes en el planeta. Pero hay otros muchos como el polvo de sílice, o de madera, metales y compuestos de cadmio, arsénico, níquel, benceno, alquitranes, aceites minerales. Naftalamina, bencidina, cloruro de vinilo. Plaguicidas, Decenas de sustancias que se han usado y aún se usan sin las medidas de protección adecuadas, o que no son sustituidas por otras no cancerígenas.
Mejorar la información, la formación, los planes de prevención, los controles e inspección, son elementos esenciales para acabar con esta lacra.
Fomentar la investigación, cumplir las normas de prevención, formar técnicos especializados, elaborar códigos de buenas prácticas y, sobre todo, priorizar la prevención y la detección precoz, son ejes prioritarios para combatir el cáncer de origen laboral.
En tiempos de crisis, de amenaza sobre el empleo, de caídas de beneficios, es una tentación, reducir los gastos en prevención. Pero también es una irresponsabilidad, cuando no un crimen.
Precisamente porque estamos en crisis, hay que reforzar las tareas de prevención de riesgos laborales y, entre ellos, el de la exposición a sustancias cancerígenas es fundamental.
En tiempos de crisis: Cáncer cero en el Trabajo. La vida de las personas es lo primero.