En el consejo de administración de Tussam celebrado ayer se ha decidido paralizar de momento la decisión de donar los 30 autobuses inmovilizados en las cocheras desde el pasado verano a países que los pudieran necesitar. Por una vez, parece que impera el sentido común.
La decisión ha sido motivada por una moción presentada por el Grupo Izquierda Unida, que ha solicitado dejar sin efecto la resolución por considerar que la donación mermaría la calidad del servicio que presta la empresa.
Izquierda Unida, que anteriores ocasiones ha apoyado este tipo de donaciones, se suma a la petición que desde los sindicatos de Tussam habían solicitado a los distintos grupos políticos, -sin que ninguno haya apoyado esta iniciativa- ya que la mayoría de días se quedan conductores en depósito por falta de coches.
También considera que la donación es contraria al espíritu de la moción aprobada en el pleno municipal a iniciativa de su grupo de cara a absorber al colectivo de trabajadores eventuales actualmente fuera de la plantilla. Una vez más, sólo este grupo político apuesta por los trabajadores de la bolsa.