El Parlamento ha ratificado el Decreto-Ley sobre medidas urgentes para la promoción del empleo de los jóvenes y el fomento de la estabilidad en el empleo que, en opinión de CCOO, van a favorecer la temporalidad y la precariedad.
Al igual que la reforma laboral que condujo a la huelga general en 2010, el Decreto-Ley resulta "engañoso", ya que, a juicio de CCOO, no se corresponden los objetivos que plantea el articulado. Para CCOO, nuevamente, se pierde una oportunidad para abordar con rigor los problemas de empleo y jóvenes que tiene nuestro mercado laboral. Salvo la prórroga del programa PREPARA (400 euros) por seis meses más, el resto de medidas, como la suspensión hasta 2013 de la regla de encadenamiento y los nuevos contratos de formación aprendizaje, sólo van a incidir en la temporalidad y la precariedad.
La suspensión de la regla de encadenamiento, otorga carta de naturaleza a la temporalidad y a la permanencia en esta situación a lo largo de la vida laboral. Antes de esta reforma, con los límites al encadenamiento, se producían conversiones de empleo temporal a empleo indefinido; desde este momento, esto no se va a producir, por lo que se producirá un nuevo incremento de la temporalidad y a un descenso aún mayor de la contratación indefinida, con los problemas de incertidumbre que esta condición, la de temporal, genera sobre los trabajadores y trabajadoras.
En cuanto al nuevo contrato de formación, no es una medida que vaya a favorecer el empleo de los jóvenes, ni va mejorar la formación de los mismos. La ampliación de la edad hasta los 30 años en que se puede formalizar este contrato, y la duración de esta modalidad contractual, que puede realizarse por un periodo de tres años; con retribuciones en proporción al tiempo de trabajo efectivo y referenciado en el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), implica que la precariedad en el empleo que conlleva, limitará los objetivos de emancipación a los jóvenes que accedan a este nuevo contrato.
Además, según CCOO, sólo quedan establecidas las condiciones de carácter laboral, la arquitectura de formación que debería acompañar a este contrato se deja para un posterior desarrollo reglamentario. Se prevé que dicho reglamente esté finalizado en el mes de diciembre, con lo cual parece lógico concluir que los contratos que se realicen durante este periodo no van a obedecer a ningún interés formativo y solo conducirán a más precariedad en la contratación para jóvenes.
Por último, las bonificaciones que se establecen para esta modalidad contractual, no tienen como objetivo la conversión en contratación indefinida, exclusivamente, su objetivo es abaratar los costes laborales a los empresarios.